Rehabilitación energética. Actuaciones en fachadas

19 de noviembre de 2014

Siguiendo la línea de entradas con las que comenzamos a trabajar al principio del verano sobre la rehabilitación energética de nuestras viviendas, hoy queremos hablarles de las actuaciones en las fachadas.

Los cerramientos verticales, también llamados fachadas, son aquellos paramentos cuya función principal consiste en proteger el interior de los agentes externos, por ejemplo: temperaturas de frío o calor, el agua en todos sus estados (sólido, líquido o gaseoso), del viento y los ruidos.

A mediados del siglo pasado, los cerramientos dejaron de tener la característica de estructurales, conllevando un importante descenso de su sección, llegando a estar construidas únicamente por un asta o media asta de ladrillo cerámico.

Incluso en aquellos casos que se construían los paramentos verticales con una cámara de aire entre dos hojas verticales, pudiendo estar disponer aún aislante térmico o no, con el paso del tiempo los problemas de bienestar higrotérmico se manifiestan de igual modo que en los anteriores.

Por tanto la primera medida a tomar será aumentar el aislamiento térmico que proporcionan los cerramientos existentes mediante materiales aislantes.

 

¿Cómo aumento el aislamiento térmico de los cerramientos?

Este aumento del aislante del cerramiento se puede realizar colocando nuevos materiales aislantes en la cara exterior del muro, o en la cara interior del muro, o en aquellos casos que se disponga de cámara de aire, con un relleno de ésta.

 

Colocación de aislamiento en el interior:

La rehabilitación térmica de la fachada por el interior presenta las siguientes ventajas:

-  Se incrementa el aislamiento térmico del muro soporte.

-  Pueden efectuarse intervenciones “parciales” a nivel de una vivienda o sólo algunos locales.

-  Permite sanear los muros de fábrica cuando éstos presentan defectos, corrigiendo los defectos de planimetría, desplome, etc., del muro soporte.

-  No se precisan sistemas de andamiaje que invadan la vía pública.

-  El aislamiento interior, comparado con el aislamiento exterior, consigue aclimatar el habitáculo a la temperatura confort de manera más eficaz y rápida.

-  En el caso de realizar la intervención en una vivienda en edificio plurifamiliar, no es necesario el acuerdo con la comunidad de vecinos, ya que no se modifica el aspecto exterior del edificio.

-  Es aplicable a cualquier tipo de fachada. En el caso de edificios con un grado de protección como parte del patrimonio histórico-artístico, intervenir por el interior será la única opción para ejecutar la obra de rehabilitación, ya que no se podrá hacer por el exterior, dada la alteración que supondría de las fachadas.

Por el contrario, este tipo de intervención tiene los siguientes inconvenientes:

-  Este tipo de sistema reduce la superficie útil de la vivienda.

-  Es difícil controlar la corrección de los puentes térmicos. Será relativamente fácil aislar los puentes térmicos integrados en la fachada, es decir, pilares, capialzados y formación de huecos. Sin embrago, será prácticamente imposible la resolución de los puentes térmicos lineales o de contorno precedentes de las intersecciones de las fachadas con forjados y particiones interiores.

-  Posibilidad de la creación de condensaciones superficiales, debido a las diferencias de temperatura existentes entre el paramento existente exterior y el nuevo sistema aislante interior.

- El aislamiento interior, comparado con el aislamiento exterior, posibilita una pérdida de calor en menor tiempo.

Este tipo de actuaciones se pueden realizar a través de:

-  Colocación directa del aislante sobre el soporte con un acabado de yeso, ya sea guarnecido o en placa laminada.

- Por medio de trasdosados autoportantes de placas de yeso laminado sobre perfiles metálicos y su correspondiente aislamiento.

 

Relleno de cámara de aire:

El relleno de cámara de aire, o insuflado de aislamientos térmicos, es una técnica que consiste en introducir aislamiento a presión, en cámaras y cavidades, de aquellos elementos de la envolvente del inmueble, en los que se pretende mejorar su comportamiento térmico. El material elegido se introduce a través de unas perforaciones previamente realizadas hasta completar la cámara o bien la cantidad de material necesario que garantice su eficiencia.

Sus convenientes son similares a los de la aplicación del aislamiento por el interior. Aunque a estas, habrá que sumarle, que el tiempo de duración de los trabajos se disminuye notablemente, sin contar que desaparecen todas las molestias que llevan asociadas las obras en casa. Y que no reduce la superficie útil del inmueble en cuestión.

En cuanto a los inconvenientes, el uso del insuflado supone:

-  Al igual que el aislamiento interior no elimina la totalidad de los puentes térmicos presentes.

-  Normalmente los equipos de ejecución de estas técnicas requieren grandes espacios, ya que el material se insufla por medio de una bomba dispuesta en un camión. Así que es necesaria que existan espacios en las cercanías del edificio para aparcar el camión.

Los materiales que pueden ser insuflados son:

-  Lanas minerales.

-  Poliestireno expandido en forma de granos.

-  Celulosa.

-  Espuma de silicato.

-  Corcho.

 

Colocación de aislamiento en el exterior

La colocación del aislamiento desde el exterior de cerramiento, presenta grandes ventajas frente a los sistemas de aislamiento por el interior e inyección del aislamiento en la cámara interior del muro:

-  Se suprimen los puentes térmicos y fisuraciones al recubrir en su totalidad los muros. El coeficiente de transmisión útil de la fachada se reduce en un porcentaje importante.

-  Se suprimen los choques térmicos. Se evitan las variaciones bruscas de temperatura en el grueso de la obra, producidas por las temperaturas extremas de ambiente exterior, con la consiguiente estabilidad para la misma.

-  La continuidad del aislamiento térmico evita las diferencias de temperatura entre los distintos puntos de los elementos constructivos del edificio y en consecuencia los movimientos de origen térmico que ocasionan fisuras y grietas.

- No se disminuye la superficie útil en el interior de las viviendas.

-  No se perturba a los habitantes de las viviendas. Se evitan los realojos provisionales.

-  Se puede incrementar el aislamiento aumentando el espesor de las placas, en función de las necesidades climatológicas.

- Al mismo tiempo que aísla, decora y renueva las fachadas, que en la mayoría de los casos se encuentra en mal estado de conservación.

Uno de los mayores inconvenientes que supone la aplicación de aislamiento térmico por el exterior, es el costo más elevado debido a la necesidad de uso de andamiajes para su aplicación. Otra contra que puede suponer la aplicación de este tipo de material es debida al aumento del espesor hacía el exterior, ya que puede que no sea factible por las disposiciones urbanísticas de los municipios.

Existen dos sistemas de aislamiento exterior:

- Aplicación por adherencia directa del revestimiento al material aislante.

-  Aplicación del material aislante y revestimiento, dejando una cámara de aire entre ambos.

 

 

Cómo se puede comprobar todos los sistemas existentes tienen sus ventajas e inconvenientes, que en la mayoría de los casos dependerán de las características del espacio que se quiere aislar. Por eso, sin duda alguna, desde Gesolte aconsejamos que cuando sea necesario acometer una mejora en el aislamiento de los cerramientos de una vivienda, consulten a técnicos especializados, donde siempre le ofrecerán la mejor opción teniendo en cuenta las características del inmueble, manteniendo un control en los costes.

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¿Cómo afrontamos la rehabilitación energética de nuestra vivienda?

3 de agosto de 2014

En la anterior entrada al blog, establecimos los motivos para realizar una rehabilitación energética en nuestra casa, pero ¿cómo afrontamos la rehabilitación energética de nuestra vivienda?

Según indica el Ministerio de Industria, Energía y Turismo, en la Planificación energética indicativa, se prevé que en España el porcentaje de consumo de energía para uso residencial y servicios sea del 30% del total de la energía consumida. De ellos, aproximadamente un 20% serán usados en nuestras viviendas.

Que un 20% del consumo sea destinado a la vivienda, se puede interpretar como un dato sin darle ningún tipo de importancia.  Además, la dependencia energética de España es superior al 80%, lo que hace a nuestro país estar muy por encima de la media de dependencia energética europea que se sitúa en el 54%.

Quizás, conociendo que la dependencia energética en España es casi total, empecemos a plantearnos que destinar un 20% del consumo energético en nuestras viviendas, es un porcentaje elevado.

 

El consumo energético en nuestras viviendas.

La manera en la que están construidas nuestras viviendas, influye bastante en el consumo energético de las mismas.

Atendiendo a la normativa existente en el momento de la construcción de la vivienda, se puede suponer cual es su tecnología constructiva y la existencia o no de los materiales aislantes.

La tipología constructiva se puede dividir en tres épocas distintas atendiendo a la normativa de construcción existente, la primera es la anterior al 1981, otra que discurre desde el 1981 hasta el 2007, y finalmente desde 2007 hasta la actualidad.

Podemos suponer, que en las viviendas construidas con anterioridad a la NBE-CT-79 (antes de 1981) los cerramientos están formados con una hoja de fábrica y sin el uso de ningún tipo de aislante. Durante el tiempo que estuvo en vigor la norma básica (desde el 1981 hasta 2007) se empezó a usar aislantes en las viviendas y era más usual encontrarse cerramientos de doble hoja con cámara de aire. La entrada en vigor del Código Técnico de la Construcción, supuso una revolución en la aplicación de materiales aislantes y de sus espesores, protegiendo la limitación de la demanda energética del edificio.

El parque inmobiliario en España, según el Ministerio de Fomento, es algo superior a 25 millones de viviendas. El boom inmobiliario español se produjo durante el periodo del 2000 al 2005, construyendo las viviendas bajo la normativa antigua. Además, otra gran cantidad de las viviendas existentes se edificaron a finales de los 70, en pleno ensanche de las ciudades.

Por tanto el parque inmobiliario, que según estudios recientes tiene una edad media de 30 años, cuenta con un sistema aislante ineficaz, o simplemente no dispone de él.

Hoy en día el consumo energético de nuestra vivienda se destina en conseguir situaciones de confort. Principalmente, los gastos mayoritarios se centran en la climatización, ya sea refrigeración o calefacción, y rondan el 45% del consumo; y en la producción de agua caliente, que suponen un 20% del total.

 

¿Cómo reducir el consumo energético?

El objetivo principal de la rehabilitación energética es disminuir las demandas energéticas del edificio.

Pero, ¿qué es la demanda energética?, según el Código Técnico de la Edificación, es la energía necesaria para mantener en el interior del edificio unas condiciones de confort definidas reglamentariamente en función del uso del edificio y de la zona climática en la que se ubique.

Para la reducción de la demanda energética se realiza actuaciones de mejora en:

­- Fachadas.

- Cubiertas.

- Huecos.

- Instalaciones solares (fotovoltáica y solar térmica).

- Instalaciones de alta eficiencia energética.

- Otras.

Esto no significa que haya que afrontar todas las medidas. Será necesaria la labor de un técnico para que estudie cual de ellas tomar, teniendo en cuenta los medidas más urgentes que tomar, las necesidades a cubrir y el presupuesto disponible. El técnico idóneo es el arquitecto técnico, debido a su gran conocimiento en los materiales de construcción y a su capacidad para gestionar los presupuestos en una obra.

 

En las siguientes entradas del blog, analizaremos las actuaciones más usadas en cada ámbito de actuación, dependiendo de la tipología del cerramiento, de la ubicación de la vivienda y del presupuesto disponible.

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Rehabilitación energética

30 de julio de 2014

Estamos en un momento donde términos como, eficiencia energética, ahorro energético, rehabilitación energética,… están adquiriendo cada vez una mayor transcendencia en el mundo de la construcción. Hoy queremos tratar de realizar para los lectores del blog una pequeña introducción a la rehabilitación energética.

Lo primero es una pequeña definición: Llamamos rehabilitación energética a las medidas que se llevan a cabo para mejorar la eficiencia energética de las viviendas garantizando unas condiciones óptimas de temperatura, humedad y calidad del aire interior.

 

¿Por qué la rehabilitación con criterios de eficiencia energética?

Muchas son las razones que nos pueden animar a renovar o rehabilitar nuestras viviendas, ya sean individuales o colectivas, pero suelen ser dos las razones principales por las que un propietario o comunidad de vecinos se deciden generalmente a llevarlas a cabo:

  • Razones estéticas y de seguridad (suciedad, desconches, caída de material a la vía pública…)
  • Razones funcionales (mala accesibilidad, goteras, instalaciones obsoletas o estropeadas…)

Existen sin embargo otras razones que no son tan aparentes porque no se ven, pero que son igualmente importantes y que acompañarían a las anteriores:

  • Mejora del confort de las viviendas (temperatura, corrientes de aire, humedades, ruido,…)
  • Reducción drástica de su consumo energético. Un edificio bien aislado consume menos energía pues conserva mejor la temperatura en su interior.

 

¿Cuáles son los motivos principales para la rehabilitación energética?

  • Por la protección del medio ambiente: El cambio climático es una de los mayores problemas ambientales al que nos enfrentamos. El cambio climático es consecuencia del llamado efecto invernadero que se produce por la acumulación en la atmósfera de diversos gases. Entre ellos el CO2 que se produce en la combustión de combustibles fósiles. Al mismo tiempo, los gases de combustión expulsados por las calderas tienen una gran responsabilidad en la contaminación del aire de las ciudades.
  • Por tu economía: La escasez de los combustibles y el previsible agotamiento de los de origen fósil, hacen prever un futuro energético diferente del que vivimos en la actualidad. Se vislumbra un escenario donde los precios de los combustibles aumentarán considerablemente tal como nos muestran varios indicios hoy en día (subidas en el precio del petróleo, la electricidad,…).
  • Un aumento del confort térmico tanto en invierno como en verano, eliminándose las diferencias de temperatura entre estancias de la casa, los problemas de condensaciones, los cambios bruscos de temperatura interior, etc., y obteniéndose un ambiente confortable y homogéneo en toda la vivienda. Además, de forma indirecta también se incrementa el aislamiento racústico.
  • Revalorización del patrimonio. El valor de su casa aumenta tras la mejora. Cada vez se valora más en el mercado la eficiencia energética de las viviendas, y el que no sólo sean confortables y de calidad, sino además económicas en su uso y mantenimiento.

El mejor momento para abordar la rehabilitación energética es cuando una comunidad de vecinos o propietario hayan decidido acometer la rehabilitación de las fachadas, la cubierta o las ventanas, es decir, la envolvente del edificio. Por un lado permite abordarlo desde una visión técnica integral y por otro lado se comparten los costes del “plus” energético con otros aspectos de la rehabilitación (andamiaje, intervención y estética de las fachadas,…) haciendo de la inversión energética un costo asequible.

 

¿Cómo está la situación en España en torno a la rehabilitación energética?

El primer intento que se ha hecho en España para reactivar el sector de la construcción a través de la rehabilitación energética es la Ley 8/2013. Una iniciativa que ha venido acompañada del real decreto 233/2013 que establece un plan de ayudas y la actualización del Código Técnico de la Edificación sobre la calificación energética. La Ley 8/2013 en su artículo tres establece, entre los fines de las políticas públicas para el medio urbano, la prioridad de las energías renovables frente al uso de los combustibles fósiles y combatir la pobreza energética con medidas a favor del ahorro energético. La ley incluye la certificación energética como parte del Informe de Evaluación del Edificio, convirtiéndola en un instrumento relevante en la valoración del mercado inmobiliario y en el desarrollo de los servicios energéticos. A la vez, facilita la rehabilitación energética de barrios y espacios que puedan reducir un 30% la demanda energética anual de calefacción y refrigeración.

Comienza a diseñarse un nuevo marco normativo que introduce la energía como factor de competitividad en el medio urbano y en la concepción de los edificios. Un factor ignorado en el pasado que representa ahora una oportunidad en un parque de más de 25 millones de edificios de los que el 95% necesita reducir sus costes energéticos. Los impactos que la eficiencia energética de edificios puede tener en la reactivación de la economía, el empleo, reducción de la dependencia energética y costes del sistema eléctrico deberían tener mayor consideración en la política económica y energética.

Un reciente estudio de mercado realizado por la “European Alliance of Companies for Energy Efficiency in Buildings” entre instituciones financieras, agentes de la eficiencia energética y políticos, puso de manifiesto que el 80% ellos eran conscientes de que el 40% del consumo de energía en la Unión Europea provenía de los edificios y que con las técnicas actuales de eficiencia energética, se puede alcanzar ahorros de hasta el 80% del consumo energético.

Esto pone en evidencia que quizás el centro de atención se debería dirigir más a reducir el consumo por medio de la mejora de la eficiencia que a la producción de más energía.

 

¿Qué ayudas hay en vigor en España?

El Programa específico de ayudas del IDAE está dotado con 125 millones de euros y de ellos, 31.250.000 euros están destinados a mejorar la eficiencia energética de la envolvente térmica de los edificios. Las actuaciones objeto de ayuda deben mejorar la calificación energética total del edificio en, al menos, una letra con respecto a la calificación energética inicial del edificio.

Hay que prestar especial atención a las mejoras de la eficiencia energética de la envolvente térmica, subvencionadas bajo la modalidad combinada de entrega dineraria sin contraprestación y préstamo reembolsable. La mejora de la eficiencia energética de las instalaciones térmicas y de iluminación, sustitución de energía convencional por biomasa o energía geotérmica se ayudarán bajo la modalidad de préstamos reembolsables (tipo de interés: Euribor +0,0%).

Los requisitos exigidos por el Ministerio de Fomento para optar a ayudas a la rehabilitación de viviendas. En este caso, se exige una antigüedad mínima de 15 años y que los edificios que opten a las ayudas sean adecuados estructural y funcionalmente. Además, se pide que la superficie útil destinada a vivienda, sea como mínimo el 60% de la superficie útil total del edificio y que esta no supere nunca los 120 metros cuadrados.

Serán las propias Comunidades Autónomas en las que esté situado el edificio o vivienda a rehabilitar las que tendrán que aprobar la solicitud de ayudas que deben dirigirse al organismo competente en materia de vivienda en cada Comunidad.

 

¿Rentabilidad de la rehabilitación energética?

La solución es la mejora de la eficiencia energética de la vivienda mediante una rehabilitación energética. En general, las reformas que los usuarios o propietarios llevan a cabo durante la vida útil de su vivienda sin duda suponen mejoras puntuales respecto del estado original. Sin embargo, la mejora de la eficiencia energética requiere de medidas específicamente dirigidas a ese objetivo y de manera coordinada.

La mejora de la eficiencia energética de su casa debe hacerse a un coste económicamente rentable y de manera viable. Debe plantearse como una inversión asequible e interesante desde el punto de vista económico para usted, y además debe estar bien planificada, ya que se realiza en una vivienda habitada.

La rentabilidad económica de la rehabilitación energética procede de tres conceptos:

- El ahorro económico derivado de la reducción del gasto de energía.

- El aumento del valor de mercado de la vivienda tras la mejora.

- Las ayudas concedidas por la Administración para este tipo de intervenciones.

Planteada en términos meramente económicos la rehabilitación energética es una inversión rentable. El otro criterio básico es la viabilidad de la obra; la sencillez, rapidez y comodidad a la hora de ejecutar las medidas proyectadas. Los sistemas de rehabilitación energética deben ser sencillos y en lo posible se debe tratar de mejorar los mecanismos y sistemas constructivos ya existentes.

 

 

En las sucesivas entradas al blog, trataremos posibles actuaciones que podemos realizar en una vivienda o edificio, siempre desde el punto de vista del ahorro energético.

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